-Es... un bonito nombre -caminó tranquilamente a su lado, viendo como sacaba un cigarrillo y un encendedor. Pensaba que no era un buen hábito, pero no era quien para decir lo que debía hacer.
Antes de poder reprenderle por su actitud debía concerle mejor. Por alguna extraña razón, se sentía atraído hacia el mayor, como si se hubiera... enamorado.